Después de haberse enterado del escape de AlaMuerte, varios
de los Elementales Maestros fueron liberados, entre ellos: El Señor del Fuego,
el cual se ubicaba en el monte Hyjal. Entre
las hirvientes llamaradas de su dominio elemental, Ragnaros se encontraba en la
plenitud de su poder. Temiendo
otra invasión elemental, los defensores de Azeroth iniciaron un audaz asalto
contra el reino ardiente de Ragnaros: las Tierras de Fuego y fue vencido por los más valerosos
héroes de la alianza y de la horda con ayuda del más grande druida: Malfurion
Tempestira.
En el apogeo de su locura, AlaMuerte el Destructor luchaba por conducir al mundo al crepúsculo, un futuro devastado y privado de toda forma de vida. El Alma de dragón, un poderoso artefacto perdido en el pasado, era la única arma capaz de detener a AlaMuerte; por esa razón, los guardianes de Azeroth, los Dragones Aspectos, enviaron a varios intrépidos héroes en un viaje a través del tiempo para recuperarlo. Pese a ser atacados por el misterioso Vuelo Infinito mientras viajaban por las sendas del tiempo, los campeones regresaron al presente con el artefacto y se lo entregaron al sabio chamán Thrall. Con su ayuda, el Alma de dragón fue empleada contra el Destructor en el transcurso de una batalla que comenzó en los cielos de Azeroth y prosiguió en el agitado núcleo de la Vorágine, en el interior del centro del mundo. Gracias a los esfuerzos conjuntos de los Aspectos y sus aliados, la locura de AlaMuerte acabó llegando a su fin.
Tras la muerte de AlaMuerte, el jefe de guerra Garrosh
Grito Infernal, intentando expandir las tierras de la Horda en Kalimdor, arrasó
con la ciudadela humana de Theramore, aumentando la rivalidad entre ambas
facciones. Tras una batalla naval, ambas facciones arribaron en las costas de
las Islas de Pandaria. Al establecer sus bases en el rico continente, ambas
facciones entraron con contacto con los nobles Pandaren, que serían los que
trabajarían con la Horda y la Alianza buscando disipar la atención de los sha:
seres efímeros despertados de la entrañas de Pandaria por las sangrientas
batallas.
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