EL señor de la fatalidad Kazzak volvió a abrir el portal
oscuro lo cual causó que Azeroth fuera
nuevamente inundada por demonios de la legión ardiente. Huvieron varias
expediciones por parte de la alianza y de la horda reforzados con sus nuevos
aliados: los draenei y los elfos de sangre respectivamente. Al atravesar el
portal oscuro la alianza se encontró con varios de sus héroes que habían
cruzado el portal años atrás y la horda se encontró con una raza de orcos “incorruptos”.,
pero al atravesarlo le declararon la guerra al lugarteniente de la Península de
Fuego Infernal: Illidan Tempestira.
Luego de que Akama, un draenei de la orden de los Tábidos,
ayudara a Maiev Cantosombrío y algunos héroes a infiltrarse en el templo oscuro
poniéndole fin al reinado de Illidan, la plaga de los no-muertos lanzó una
invasión de magnitudes mastodónticas, la horda dirigida por Thrall envió una
fuerza expedicionaria al mando del comandante Gorrosh Grito Infernal, mientras
que El desaparecido rey Varian Wrynn volvió para reclamar su trono y envió a
una fuerza igual de poderosa para acabar con el Rey Exámine.
Varios de los héroes que se infiltraron en la Ciudadela de
Hielo recibieron la ayuda de Jaina Valiente y Sylvanas Brizaveloz. Su
confrontación con el Rey Exámine provocó que varias almas sean consumidas por
la Agonía de Escarcha, pero finalmente, vencieron al Rey Exámine descubriendo
el macabro secreto de la plaga de los no-muertos. Volviendo de Rasganorte los
campeones se encontraro con la sorpresa de que millones de elementales se
habían liberado, esto se debió a que AlaMuerte el Destructor se había liberado
y buscaba eliminar de vida de la faz de Azeroth.
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